Una marca amada, reconocida, no se construye solo con logos ni slogans, sino con vínculos. En el mundo de la educación (nuestro mundo), ese vínculo se manifiesta cuando un estudiante o ex alumno siente orgullo de pertenecer, lo grita a los cuatro vientos! cuando un egresado sigue conectado a su alma mater, cuando un docente se convierte en embajador natural. Seamos realistas, no todos están al 100% orgullosos de sus almas mater.
Convertir tu institución educativa —sea una universidad, un centro de formación técnica o una escuela de negocios— en una marca amada es posible si ponemos a las personas en el centro de la estrategia de marketing. Nosotros lo hemos hecho y aquí te compartimos cinco estrategias clave para lograrlo:
1. Conexión aspiracional: descubre qué quieren llegar a ser
Para construir una marca amada, no basta con conocer datos demográficos o preferencias superficiales. Hay que comprender lo más importante: qué sueñan, a dónde quieren llegar, qué aspiraciones los mueven.
Más allá de encuestas genéricas, profundiza en preguntas que revelen:
- ¿Cómo se imaginan en cinco años?
- ¿Qué empresas, industrias o roles admiran?
- ¿Qué habilidades quieren dominar?
- ¿Qué impacto desean tener en su comunidad o en el mundo?
Este tipo de investigación (entrevistas, observación, sesiones de co-creación o análisis de discurso) permite detectar patrones emocionales y profesionales.
Con esa información, podemos diseñar una narrativa institucional poderosa y alineada con los sueños reales de la comunidad. Los mensajes deben dejar de ser solo de la oferta académica para conectar con propósito, futuro y transformación personal. Y eso es lo que convierte a una institución en una marca memorable.
2. Diseña experiencias que dejen huella
En muchas instituciones, los trabajos y proyectos terminan archivados o evaluados como meros ejercicios académicos que terminan en la basura. Pero cuando una institución transforma esos proyectos en respuestas reales a desafíos actuales de marcas, empresas o comunidades, el valor percibido por los estudiantes se dispara.
Desde CISD lo sabemos bien: cuando se vinculan empresas reales con problemas concretos a la dinámica, la experiencia cambia radicalmente. Una asignatura deja de ser teórica para convertirse en un espacio de exploración, creatividad y contribución.
Imagina esto:
- Una marca con un problema recibe 10 enfoques distintos de un ejercicio académico.
- Una pyme en proceso de transformación digital recibe diagnósticos y planes de acción diseñados por estudiantes de innovación.
- Una ONG presenta su necesidad de visibilidad y una clase de comunicación diseña campañas tangibles y ejecutables.
Esta metodología no solo le da utilidad práctica al trabajo de los alumnos, sino que refuerza su identidad como profesionales, capaces de generar valor desde el proceso formativo. Además:
- Las marcas obtienen ideas frescas y propuestas disruptivas.
- Los docentes enriquecen su docencia con desafíos reales y actuales.
- La institución se posiciona como un actor relevante en su entorno, generador de soluciones.
Así se construyen experiencias memorables: cuando el conocimiento se aplica, el alumno se involucra, y el entorno reconoce ese aporte. Esa conexión emocional —entre propósito, aprendizaje y utilidad— es uno de los activos más poderosos para una marca educativa.
3. Comunicación que conecta: ¿Hay historias que contar?
Si una institución educativa dice que no tiene historias para contar, o no está mirando bien… o no está haciendo nada relevante. ¿De verdad no hay nada inspirador que haya pasado en una clase, a un docente, en un proyecto o en una práctica?
En lugar de seguir enviando newsletters que nadie abre o reciclando comunicados insípidos, es hora de contar lo que realmente importa: lo que pasa cuando una clase se transforma en una solución real, cuando una idea impacta a una comunidad o cuando un docente cambia la forma en que sus alumnos ven el mundo.
Ahí es donde están las historias:
- En ese alumno que creó un emprendimiento a partir de un trabajo práctico.
- En esa docente que llevó su clase fuera del aula y logró un cambio tangible.
- En ese equipo que diseñó una solución que una empresa terminó adoptando.
- ¿No es eso más poderoso que “avisar que están abiertas las inscripciones”?
Eso es contenido. Eso es marca. Eso es conexión.
Las instituciones que comunican con autenticidad y propósito no necesitan gritar: solo necesitan mostrar lo que ya están haciendo bien. Y cuando lo hacen, no solo informan: inspiran, fidelizan y construyen reputación.
4. Romper la rutina: sorprender, provocar
La mayoría de las instituciones operan como si tuvieran el calendario tatuado en piedra. Construir una marca relevante, requiere salirse del guión de lo predecible.
Las personas recuerdamos lo que nos saca del piloto automático. Las instituciones que dejan huella son las que rompen el molde con algo que sorprende, emociona o provoca una reflexión.
Ejemplos reales que hemos vivido:
- Una clase que comienza con un desafío inesperado de una marca real, con un representante real.
- Un espacio convertido en galería de proyectos sin aviso previo.
- Una visita inesperada de un propotipo de quien podemos llegar a ser.
- Un docente TOP que cambia por completo lo normal.
No se trata de hacer “cosas locas”. Se trata de incomodar para movilizar, de romper patrones para reactivar el interés. Eso genera conversación, pertenencia y recordación. Porque cuando algo rompe la rutina, ya no lo olvidas.
5. Un departamento de innovación
Y dejamos lo mejor para el final, muchas instituciones dicen que “innovar es importante”, pero siguen operando con los mismos esquemas de hace 20 años. La innovación no se logra con frases en la pared ni con cursos de herramientas digitales. Tampoco con poner una sala de «mac» con 3 equipos.
Innovar de verdad empieza por tener a alguien cuya única tarea sea pensar distinto.
Un departamento de innovación, un líder transversal de creatividad institucional, una unidad que cuestione el “siempre se ha hecho así”. Alguien que pueda conectar áreas, procesos, ideas y personas. Que entienda de tecnología, sí, pero también de comportamiento humano, de tendencias sociales, de narrativa, de emociones. Que vea el campus como un lienzo para experimentar.
Porque si no hay alguien proponiendo cosas nuevas desde adentro y con legitimidad institucional, la innovación se queda en frases aspiracionales.
Este rol no debería estar bajo el radar de marketing, ni limitado por el calendario académico. Debería ser el hacker institucional, el explorador, el que incomoda, el que pone sobre la mesa preguntas que nadie más se atreve a hacer. Y al mismo tiempo, el que genera conexiones con empresas, startups, investigadores o artistas para cruzar disciplinas y enriquecer la experiencia educativa.
Ese es el siguiente paso real hacia la innovación, cuando la comunidad ve que hay alguien creando, desafiando, probando y conectando con el mundo real… ahí sí puedes hablar de una institución innovadora. Con peso. Con visión. Con marca.
BONUS
Te dejamos una lista muy interesante de como podemos percibir la innovación desde distintos angulos:
Enfoque Estratégico-Institucional
- Centro de Desarrollo e Innovación Académica (CDIA)
- Unidad de Experiencias e Innovación
- Laboratorio Estratégico de Transformación
- Dirección de Innovación
Enfoque Experimental y Creativo
- Fábrica de Ideas
- Laboratorio de Posibilidades
- Campus Lab
- The Idea Studio
Enfoque Vanguardista y Disruptivo
- Forward Lab
- The Breakroom (para romper paradigmas)
- SHIFT: Centro de Cambio y Experimentación
- NEXT: Unidad de Futuro Institucional
Con enfoque en impacto y conexión
- Impact Hub Académico
- Conecta Lab
En CISD tenemos muchas historias de innovación que contarte, a veces en las instituciones estamos tan encerrados en el día a día que no vemos todo el potencial que tenemos a mano, contactanos y podremos encontrar un camino.
En CISD, estamos aquí para llevar tu marketing educativo al siguiente nivel. Si necesitas ayuda frente a cómo implementar estas tácticas que te permitan fortalecer tu comunidad universitaria, conoce nuestro producto sobre PLANIFICACIÓN MEDIOS Y RECURSOS ¡Comunícate con nosotros! y juntos llegamos a tus objetivos.